#ReposteríadeAntaño de 🇩🇪 y 🇨🇱. Deutsche Qualität.
La Unión, Región de los Ríos, Sur de Chile.
Solo a pedido [email protected].
Recomendado por
La Tercera, In de LAN, Condor Chile, RedBakery y la Asociación de las Pastelerias Alemanas en el Extranjero.
“Hablamos con Michael sobre un dulce tesoro mágico y un viaje culinario de vuelta a nuestra infancia.”
Kristin Westphal,
Asociación de las Pastelerías alemanas en el Extranjero📷
“Omi Gretchen” es un nombre hermoso. ¿De donde viene, y qué dulces hornean?
Muy amable, gracias por tomarse el tiempo para conocernos. Omi Gretchen es el nombre de mi abuela paterna, Margarete Schwark, cariñosamente llamada Omi Gretchen. Con mis abuelos asocio principalmente la memoria de bellos pasteles de crema de mantequilla, deliciosas galletas de Navidad, tartas y Kuchen. De hecho me recuerdo con mucho cariño de su despensa en la cocina. Fue el lugar favorito de todos mis familiares.
Honestamente, cuando decidimos abrir una pastelería hace cuatro años, el concepto de la tienda se desarrollaba mucho más rápido de lo que encontrábamos un nombre. No puedo decir con certeza, quién exactamente estuvo a favor de Omi Gretchen. Mucha gente inicialmente nos desalentó porque dijeron que nadie en Chile podía pronunciar este nombre. Hoy, sin embargo, es cierto que la mayoría ya puede hacerlo. Pero muchos aquí solo nos dicen “la Omi”.
Horneamos 192 dulces diferentes. Gran parte de nuestra gama de productos se vende al día. Los productos no duran en nuestra vitrina. La gente compra literalmente productos salidos del horno. Fabricamos solamente repostería tradicional. Por ejemplo, el famoso Berlín de la Omi, Bretzeln, 21 pasteles tradicionales, galletas, muchos diferentes tipos de Kuchen y dulces como chocolates o mazapán.
Dependiendo de la temporada, también hay varias especialidades y exquisiteces de la repostería tradicional, como nuestro arrollado de castañas, Strudel de ciruelas y manzanas, Rastenburger Buchteln, Ofenpflaumen entre muchas más. Es correcto decir que algunos de los dulces de la Omi son únicos y no vas a encontrarlos en ningun otro lugar de Chile.
Su pastelería recibe muy buenos comentarios de los Chilenos, los turistas y hasta la prensa chilena. ¿Cuál es su secreto?
El secreto principal es solamente trabajo duro. Sin la motivación de nuestra familia, todo eso no sería posible. Somos una pastelería familiar, y trabajamos con mucho amor y profesionalidad.
Otro punto clave es el desarrollo de nuestros productos. Es un trabajo minucioso y esto significa rodar los viejos libros de cocina de nuestras familias de Alemania y Chile. Las recetas tradicionales no expresan mucha información en respeto a las cantidades de los ingredientes o como trabajar la masa. Además, se han perdido muchos conocimientos sobre las técnicas de la repostería tradicional en el trayecto del tiempo.
Tenemos que redescubrir estas recetas y experimentar mucho hasta que finalmente logremos reproducir el sabor auténtico. No es fácil en absoluto. La receta más antigua de al menos 120 años y es nuestro Berlín. Antes de que tales productos estén aptos para la venta, es muy necesario mucho trabajo en la cocina. Es un verdadero desafío. Y la pega diaria es otra historia…
Finalmente, creo que a una mayoría de nuestros clientes les gusta la frescura de nuestra repostería y, por supuesto, el sabor que realmente la distingue de la multitud. Para algunos, por supuesto, también importa que usemos significativamente menos azúcar que usan nuestros competidores en el sur de Chile. Además, que nuestros ingredientes son todos naturales y de la región y se nota.
¿Hay una comunidad alemana comprando en Omi Gretchen? ¿Es difícil convencer a la comunidad local?
Lo mejor es nunca tratar de convencer a nadie. Lo he aprendido en mi vida. Hoy todo el mundo tiene la posibilidad de comprar entre supermercados, pastelerías semi industrializadas u otros ofertas. Omi Gretchen sigue su camino, ganándose los corazones de una clientela muy variada y bastante leal. Creo que esto nos pasa porque ofrecemos dulce de buen gusto a precio justo.
Un tercio de nuestros clientes provienen de La Unión, y la mayoría nos visita desde Valdivia, Osorno, Pucón, Temuco y las pequeñas comunidades circundantes en el campo. No me gustan las etiquetas superficiales como “Gourmet”, “Boutique”, etc. A menudo ofrecen mucho, y al final, no era tanto. Al contrario, prefiero un lugar sencillo con una repostería honesta, para todos los amantes del dulce rubro tradicional.
¿Cuáles son los desafíos como pastelero alemán en Chile?
No hay muchas diferencias entre Chile y Alemania como un horario duro tanto de levantarse temprano y, sobre todo, trabajar mucho mientras otros celebran. No es muy diferente de todo el mundo.
Pero, hoy es más importante que nunca que tu producto y tu servicio deban ser verdaderamente excelente. Mientras la oferta de hoy es muy grande y los canales de venta son incontables, al mismo tiempo se ha reducido la calidad en las pastelerías y panaderías. Esto tiene que ver mucho con el desarrollo económico global.
¿Es una pena? Sí, pero al otro lado es una oportunidad. Debes convertirte en un profesional en muchas áreas si quieres tener éxito con una pastelería tradicional hoy en día. Por ejemplo, debes conocer las expectativas de tus clientes regulares. Y por supuesto, no debes decepcionarlos. Ya que estás vendiendo repostería tradicional y sobre todo vendes una experiencia real. Tus clientes quisieran recordar algo como sobre todo recuerdos de la familia, como la mamá, abuelita y su niñez. Un sabor te recuerda un momento para siempre.
¿Tienes una anécdota divertida de tu vida como pastelero en Chile? Te ha sucedido algo inusual y que no esperabas?
Sí. A lo largo de los año me ha pasado. Por ejemplo, cuando ganamos el concurso de repostería tradicional de Cervezas Kunstmann en Valdivia.
¿Qué tenemos que degustar en Omi Gretchen? ¿Cuál es tu recomendación?
Es una pregunta bastante difícil. Creo que hay que probar nuestro berlín tanto como un buen pastel. Tenemos recetas originales, por ejemplo la torta de amapola, la selva negra, de Ba**er, de chocolate, celestial o de cielo.
Otra recomendación es nuestro pie de limón o piña. Es de los favoritos de nuestros clientes. Por otro lado, si te gustan los frutos, hay Streuselfrüchtekuchen o Küchen de migas, en muchas diferentes variedades.
¿Nos puedes comentar acerca de la repostería en Chile? ¿Es diferente de la repostería en Alemania?
Honestamente, no. En Chile, estamos afrentando una situación seria similar como en Alemania.
El rubro del pastelero ha perdido sus tradiciones y se ha industrializado. La culpa la tiene el cliente impaciente de hoy día, el comerciante por otro lado solo busca aumentar las ventas a corto plazo, bajando extremamente la calidad del producto. Aunque todos parecen felices los sabores se pierden. Muchos se han perdido. Por otro lado, las mismas pastelerías uni corrientes compiten con un mercado en las redes sociales, en la cual se ofrecen casi los mismos productos pero artificiales. Son sin calidad.
Pero depende siempre del cliente. Nosotros nunca hemos querido que nos comparen con una pasteleria que hace productos sin calidad. Me refiero a ingredientes sinteticos como manjar o huevos en polvo. La harina blanqueada, las premezclas, entre muchos aditivos artificiales más.
Según mi experiencia hay clientes selectivos en ambos países buscando la repostería de antaño. Ellos disfrutan de nuestros productos y siempre vuelvan. Con la Omi queremos mantener lo precioso que tenemos. No soy ilusionista y pocos lo entienden. Pero es muy entretenido y grato hornear para ellos que sí lo valoran.
Entiendo que no eres un gran fanático del fondant. ¿Por qué?
En realidad no lo somos. El Fondant hace una década casi mató a toda la repostería de alta calidad. Es letal para los procesos creativos en cada pastelería. Además, el sabor de Fondant es horrible. Las personas que saben de las artes de la repostería ni siquiera comen pasteles de fondant. Hubo varios escándalos en el pasado, donde los grandes millonarios de las tartas populares estadounidenses admitieron que nunca comerían uno de sus propios pasteles. ¿ Y adivina qué!? No son comestibles. Todas estas cosas súper dulces y prácticas de fondant que puedes comprar hoy le están vendiendo a la gente un sueño. Por un lado, todos creen que son el próximo gran artista de pasteles. Y, por lo general, las personas terminan fracasando miserablemente, fabricando copias baratas de fotografías robadas del Internet. Los consumidores, por otro lado, adoptan todos estos colores e ingredientes químicos: en primer lugar, les convence el precio barato y, como resultado, hoy en día muchos se han olvidado del sabor de los pasteles tradicionales. Supongo que está bien… porque todos tenemos que seguir adelante. Desde la perspectiva del mercado abierto, es una bendición, ya que todos obtienen lo que quieren. “Eres lo que comes, y eres lo que horneas”, como dicen los pasteleros. Realmente no me gustaría intervenir y decirle a la gente qué comer. Desde la perspectiva del pastelero, el fondant es solo una tendencia del extremo inferior del rango de precio y calidad. Es increíble que todavía hoy hay que tratar de convencer a la gente de evitar los pasteles del fondant para los pasteles de boda. Personalmente encuentro esto un hecho devastador. No hacemos esto en Omi Gretchen. Es mejor enviar a estas personas a otro lugar. Algunos tienden a volver más tarde y terminan prefiriendo recetas de pasteles tradicionales. No puedes culpar a los clientes, pero siempre puedes convencerlos con gusto.
Ha sido muy critico respecto al futuro de la pastelería, ¿Cree Usted que se deba cambiar algo?
No. Por favor, déjame aclararlo. Al final del día, somos bastante afortunados de tener el mercado liberal en Chile, cuando se trata de economía básica. Son los precios y la escasez de recursos que impulsan el mercado. Quiero decir, no hay absolutamente ningún valor subjetivo en un precio. Todo se reduce a que en un mercado liberal siempre habrá alguien que compre algo de mejor calidad para un precio mayor, siempre que los competidores no proporcionen una alternativa de calidad similar a un precio menor o al menos el mismo precio con otros incentivos secundarios. El punto que trato de explicar no es que la pastelería de calidad está en peligro. Al menos no desde una perspectiva económica. Por otro lado, en Chile el verdadero problema es la formación profesional. Es obvio que si bien el mercado chileno de panadería y repostería ha estado inundado con ingredientes industriales de baja calidad durante tres décadas, y como consecuencia nos hemos estado quedando sin personal calificado. Las pocas instituciones en Chile que ofrecen capacitación profesional en dicha industria son insuficientes y no capaces para proporcionar personal calificado para una calidad diversa. Este es nuestro problema actual.